lunes, 26 de diciembre de 2011

Que hasta tus defectos me gusten...

¿Sabes qué? Tenías razón y lo admito. Sí, soy una niña mimada, sí, soy una cabezota y sí, me gusta que todo esté perfecto.
Conozco mis defectos: sé que hablo con los objetos, siempre pierdo todo, mis cuadernos son un caos y no soy capaz de sentarme correctamente en una silla.
Cojo mal los bolígrafos y tuerzo de forma exagerada los cuadernos al escribir. Sólo como las galletas de dos en dos y me gusta mezclar el regaliz con helado. Odio la menta y que la gente haga crujir los huesos de las manos.
No soy la persona ideal y lo reconozco, pero he de añadir que tú tampoco eres como yo esperaba: tienes mal humor y ojos castaños. Eres torpe y ruidoso. Me llevas la contraria y me picas. No terminas nunca tus explicaciones, gesticulas demasiado y hablas rápido. Te muerdes las uñas, te distraes con cualquier cosa y nunca te estresas.
No eres el hombre con el que siempre he soñado estar, pero me gusta saber que siempre estás dispuesto a hacerme reir o enseñarme cosas nuevas. Es reconfortante saber que ya no te resulta extraño que siempre tenga que ir a la derecha o hable conmigo misma. 
Y, aunque no eres mi principe azul, todos tus defectos hacen que seas tú y que te quiera.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Las cosas que te hacen ser perfecto.

-¿Por qué?- me preguntó.
-¿Por qué, qué?
-Esto... ¿por qué estás conmigo?, ¿por qué haces que todo sea tan perfecto?

Le miré y sonreí. Después miré hacia el infinito, sin borrar la sonrisa de mi rostro. Jamás pensé que esto fuera a pasar. Él era tan diferente a mí... pero ahora era un realidad, estábamos juntos... Juntos... me encanta cómo suena.

-¡Ey!-me dijo acariciando con delicadeza mi mejilla izquierda.- ¿No vas a contestarme?

Cerré los ojos y volví a sonreír. Levanté la mirada de nuevo y contemplé esos ojos marrones tan penetrantes que tiene.

-Claro que voy a responderte, por supuesto que sí... -hubo un pequeño silencio. A él le estaba incomodando, yo lo sé... y a mí, no me gustaba demostrar con palabras lo que siento...- No eres perfecto.-le dije.- Pero eres la combinación perfecta de todas las cosas que siempre he querido en un hombre. Tienes un poquito de ésto, un poquito de lo otro, otro poquito de aquéllo... y la combinación de todas esas cosas, hacen un mucho. Esa combinación, te hace ser perfecto. Me encanta cómo eres. Me encantan tus pros, tus contras, me encanta todo de ti.

Sonrió. Aunque siempre fuera de duro, le encantaba que le dijera cosas bonitas... Me dijo que era preciosa, que quería pasar el resto de su vida a mi lado y me besó...

Empezar con ilusión.

Empezar. Una palabra bonita. Siempre se empieza todo con ilusión, con entusiasmo, ímpetu, alegría... Con una sonrisa capaz de engatusar a cuántos la contemplen.
Para nosotras, no iba a ser menos. Empezamos este "proyecto" con ilusión. Era algo que desde siempre había querido hacer y, no ha sido hasta hoy cuando nos hemos decidido. Nos hemos tirado a la piscina. Con miles de dudas, de miedos, sí. Pero también viendo el lado positivo de esto.
Queremos sacar a la luz nuestros tesoros. Esas historias que, en momentos de alegría, de debilidad... creamos. Esperamos que os gusten, que disfrutéis leyéndolas tanto como nosotras escribiéndolas. :)