jueves, 2 de febrero de 2012

Me encanta ver nevar.
Los copos de nieve, blancos inmaculados, caen despacito, como si tuvieran miedo de romper el suelo. Antes de hacerlo, se deslizan suavemente por el aire, como si bailaran la mejor pieza del Cascanueces de Tchaikovsky. Es mágico ver todo cubierto por un manto blanco. Aporta paz, tranquilidad, calma. El frío no es impedimento para disfrutar de ella. Un chocolate bien caliente, es la mejor receta para remediarlo. Y volver a ver los copos precipitándose, desde la ventana y quedarse, así, dormida...

1 comentario:

  1. A partir de ahora soy fan incondicional de este blog, ME ENCANTA!
    Una forma de escribir muy especial, os sigo!!

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