jueves, 9 de febrero de 2012

Te propongo un trato:

Vamos a jugar a ser pequeños, cuando toro era más simple.
¿Recuerdas cómo jugábamos a los cromos? Cambiábamos los que teníamos repetidos por otros que queríamos. ¡Podemos hacer eso!
Te intercambio una lágrima tuya por un chiste malo mío para que te rias por la cara de ilusión que se me queda al contarlo.
Me sobran sonrisas, dame una noche contigo y te prometo todas las que quieras.
¿Tienes abundancia de optimismo? Si me dejas robarte un poco de eso, te prometo todas mis horas libres para hacerme rabiar.
Ahora, ¿has olvidado que un cromo brillante valía por dos o hasta tres normales?
Soy consciente de que no tengo ningún cromo especial que valga por varios normales, pero tú, sí.
Te cambio los que quieras, cuantos cromos me pidas por algo tan simple como un beso tuyo.
Te daría la luna, lucharía por conseguir algo que sé que es imposible tener por que me dieses algo que no te cuesta nada, que no te supone esfuerzos: dame un "Te quiero" de esos que parece que te sobran.

1 comentario:

  1. Precioso. Me encantó.
    La infancia, un periodo inocente...
    Me gustó tu blog.
    Un beso!

    ResponderEliminar